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La historia de la francesinha, un icono culinario de Oporto

Francesinha en Oporto, Portugal

Cuando piensas en la gastronomía de Oporto, puede que el primer plato que se te venga a la cabeza sea la francesinha: un sándwich de pan tostado, formado por embutidos y carnes, recubierto con lonchas de queso fundido y bañado en una salsa caliente de tomate y cerveza. Nació en el siglo XX como adaptación local de un sándwich francés y, con el tiempo, se convirtió en un símbolo. Te contamos la historia de este manjar de Portugal.

La versión más aceptada sitúa la creación de este plato a comienzos de la década de 1950 y la atribuye a Daniel David da Silva, cocinero portugués que, tras una estancia en Francia y Bélgica, reinterpretó el croque-monsieur con producto y gusto portugueses. El lugar de nacimiento se señala en A Regaleira, restaurante de la Rua do Bonjardim, donde la francesinha empezó a servirse hacia 1952.

Durante sus primeras décadas, la francesinha fue un bocado popular muy habitual en cervecerías y casas de comidas. La proyección internacional de Oporto a finales del siglo XX y comienzos del XXI la elevó: hoy figura en recomendaciones de viaje y compendios gastronómicos como una parada imprescindible para quien desea comprender la cultura local a través de la gastronomía.

La historia de la francesinha, un icono culinario de Oporto

La salsa, un toque de sabor

Si hay un elemento que define a la francesinha, es el molho, su salsa característica. Suele combinar tomate, cerveza y caldo, con un toque de especias y un equilibrio entre dulce, amargo y ácido. Se sirve muy caliente para cubrir el bocadillo y favorecer el fundido del queso.

Bajo esta deliciosa cubierta se disponen pan tostado, jamón o fiambre, linguiça o salchicha fresca, y filete de ternera o carne asada. Eso sí, como todo plato popular, a lo largo de los años han surgido variantes de la receta tradicional. Así, puedes encontrar francesinhas de pescado, marisco o incluso para vegetarianos. La francesinha especial es quizá la más extendida, pero cada restaurante propone matices: cambios en el pan, en el corte de la carne o, sobre todo, en la salsa.

De mito local a símbolo nacional

Lo que empezó como una ocurrencia feliz de un restaurador inquieto se ha transformado en un símbolo nacional. La francesinha se encuentra hoy en todo Portugal, aunque Oporto sigue teniendo un lugar especial.

Si te alojas en nuestro Hotel Carrís Porto Ribeira, podrás disfrutar de este manjar portugués en muchos de los restaurantes que se encuentran a lo largo de la ribera del Duero. No olvides de acompañar tu francesinha con una buena copa de vino.

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